Dentro de la selva húmeda y tropical de Costa Rica, frente al Océano Pacífico, se alza el complejo Art Villas Resort, un espacio que trasciende lo ordinario. El diseño integral estuvo a cargo de Formafatal, mientras que el concepto fue desarrollado por el estudio Refuel Works y las secciones Coco Villa y Wing por Archwerk detrás de las secciones Coco Villa y Wing. Rodeado de un paraíso tropical, el resort ofrece el más sofisticado diseño y servicio para quienes busquen una estadía privilegiada.
Entre el cielo y el cemento
El edificio principal del complejo, en cuyo acceso se encuentra una pequeña fuente, consta de dos pisos distribuidos en 570 m2. Está integrado por cinco habitaciones con baños privados y las áreas comunes: cocina, comedor, sala de estar y una terraza techada, donde una pileta se extiende hacia la línea del mar. El subsuelo es otro universo: despliega un playroom para niños, gimnasio, salón de baile y lavadero. El diseño interior está inspirado en la selva que rodea al complejo y en las obras del arquitecto brasileño PAULO MENDEZ DA ROCHA.
Las paredes de cemento concreto contrastan con la rusticidad de los elementos de decoración, creados por artesanos locales, diseñadores y arquitectos sudamericanos. Por otro lado, las plantas generan un ambiente despojado y lujoso al mismo tiempo. La madera de teca, el metal y los linos dominan el espacio, mientras que los mosaicos ornamentados traídos de Nicaragua dibujan patrones de colores sorpresivos en las habitaciones. Las aberturas de vidrio exhiben el exterior salvaje: la inmensidad de la selva, las pinturas y los mosaicos hechos a mano profundizan la huella orgánica que caracteriza lo natural.
“Quisimos crear un espacio donde quienes vengan puedan fluir con la naturaleza, despejarse y vivir una experiencia de lujo y aventura al mismo tiempo”, cuentan los arquitectos.
Verde, te quiero verde
La disposición del terreno y la vegetación circundante fueron los ejes alrededor de los cuales se proyectó la construcción del complejo. Con el objetivo de maximizar el espacio, las terrazas se volvieron protagónicas. La vegetación y la naturaleza vinculan a los distintos edificios entre sí y los unen en un complejo de identidad sólida. Pueden encontrarse varios achiotes (especies que le dan nombre a la ladera sobre la que se levanta el resort), árboles de Guanacaste —árbol nacional de Costa Rica—, bananos, palmeras, mangos y guayabas.
Formafatal propone una obra atravesada por el diálogo: entre arquitectos y estudios, entre materiales y naturaleza, entre los visitantes y el espacio. Esta obra arquitectónica de vanguardia mira al horizonte y ofrece una experiencia de inmersión completa: el paisaje no sería el mismo sin Art Villas, y el resort no sería posible sin el paisaje. Cada una de las piezas del complejo hace que sea único en su especie: su sencillez artísticamente compleja provee la sensación de un refugio tan inmenso como personal.
Imágenes cortesía de www.formafatal.cz