14 de septiembre de 2017.
Prolijidad para el detalle y talento para la forma: así podría definirse el trabajo de JULIETA LA VALLE, la joven porteña que desde los 7 años toma clases de arte en el taller de ALICIA PREGO. Al terminar la secundaria, su formación profesional se hizo de un mapa de ruta amplio, creativo y dinámico: estudió escenografía en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático (EMAD), vestuario en la Universidad del Cine de Buenos Aires (FUC) y animación stop motion en distintos cursos y de manera autodidacta. Luego de años de formar parte de proyectos laborales colectivos, desde 2014 se dedica a la realización de maquetas, personajes y miniaturas para la industria audiovisual, campañas gráficas y proyectos artísticos.
Historias íntimas.
“Crecí haciendo pequeñas casitas, muebles, personas y animales en cerámica. A veces, cuando me vuelvo a encontrar con alguno de esos objetos, me sorprende la manera prolija y minuciosa en la que lograba trabajar la arcilla y los esmaltes”, cuenta JULIETA. Aquellas primeras piezas fueron creciendo en volumen y evolucionando con las búsquedas de su obra personal, pero siempre comparten un mismo punto de partida: la imagen que la artista traduce en escenas. El trabajo imaginario sobre el espacio, la luz e incluso la estación del año son algunos de los recursos que utiliza para construir la historia. Los personajes, hechos a mano en arcilla, son modelados de manera cuidadosa para transmitir poses, rasgos y gestos propios de la figura humana. Tanto las esculturas como las maquetas que las contienen, son hechas íntegramente a mano.
En pantalla.
Los proyectos realizados para publicidad tienen otros tiempos y otra dinámica de trabajo. En estos casos, JULIETA convoca a realizadores con distintas especialidades: diseño industrial, ilustración, modelado en 3D, utilería y producción. “En los proyectos grandes (y en la mayoría de los proyectos chiquitos también), suele acompañarme mi ‘socia eventual’, amiga y compañera de aventuras JULIETA IÁCONO, con quien compartimos la pasión por construir y recrear universos en miniatura”. Dependiendo del tipo de pieza y proyecto, entre los materiales que suelen utilizar están el MDF, el fibrofácil, la resina o gel auto portante, el PVC espumado y la masilla polimérica.
Una cocina minimalista para Ikea, un barrio inglés para Vodafone, un bosque encantado para Becker y un pedacito de Buenos Aires para Gallo Snacks son algunos de los proyectos más impactantes de JULIETA y su equipo: “De todos los que realicé, me cuesta elegir cuál me resultó más desafiante, pero podrían ser las maquetas de Becker y Gallo Snacks. La primera, porque nunca había hecho una maqueta tan grande donde predominara la necesidad de representar un entorno natural, entonces tuvimos que probar varios materiales y técnicas para lograr que las montañas y la vegetación se vieran realistas. Gallo Snacks fue un trabajo muy grande que tuvimos que resolver en 4 semanas. Cada edificio tenía muchos detalles y hubo que realizar muchísimas miniaturas: lo recuerdo como un trabajo difícil pero también como uno que disfruté mucho”, cuenta.
Gajes del oficio.
Además del talento y la creatividad, el trabajo de JULIETA está atravesado por el conocimiento técnico, el cálculo preciso, el manejo de proporciones y la experimentación con materiales. Y las herramientas, claro: “Una fundamental que utilizo es la cortadora laser: optimiza mucho el tiempo y permite utilizar materiales que resultan muy difíciles de cortar a mano”. En muchos de los proyectos para publicidad, se usan softwares como el Rhinoceros, Adobe Illustrator o Autocad para modelar y luego la impresión 3D para hacerlos pieza o maqueta: “Cuando se trata de miniaturas es muy importante utilizar la tecnología y calidad de impresión que se adecue a elementos tan pequeños y detallados”, explica la artista.
En un aviso de pocos minutos, vista de reojo en la tele o con distracciones desde el celular, el mensaje llega, pero algo queda incompleto: sólo en vivo y de cerca es posible apreciar el despliegue escenográfico que cada una de las maquetas y personajes supone. Porque una historia es la que cuenta la publicidad, pero otra (más atractiva, menos perecedera) es la que construye, detalle a detalle, JULIETA.
DESTACADOS.
“Pienso que haber comenzado a tener contacto con materiales y herramientas desde tan chica fue determinante en el desarrollo de la habilidad, paciencia y placer por trabajar en escalas tan pequeñas”.
“El trabajo en equipo, compartir el día a día con gente amiga y aprender de las personas talentosas que me rodean en cada proyecto es la parte que más disfruto de mi trabajo”.