No todo es música en un festival: como parte del tradicional South by Southwest de Texas, el público pudo conocer y recorrer las instalaciones de House Zero, una de las últimas creaciones colaborativas entre Lake|Flato y ICON, líderes de la impresión 3D a gran escala. La casa cuenta con 185 m2 distribuidos en tres dormitorios, dos baños y una dependencia. Sus paredes curvas y completamente impresas en 3D dejan al descubierto la textura característica del proceso.

La casa curva
Las paredes de House Zero están fabricadas con lavacrete, un material a base de cemento y refuerzos de acero desarrollado por ICON. Casi todas son curvas y están marcadas por el característico patrón a rayas horizontales de la impresión 3D, que genera formas orgánicas que quedarían fuera de presupuesto en una construcción tradicional.

Los espacios están conectados entre sí. La planta es completamente abierta, pero las curvas actúan como separadores y ofrecen intimidad y separaciones dentro de la estructura. A pesar de sus materiales principales, en House Zero no todo es concreto y acero: los pequeños toques de madera se complementan a la perfección con las formas orgánicas y curvas del conjunto, brindándole una calidez sin precedentes. “Casas como esta son solo posibles a través de la construcción con 3D, el nuevo estándar de lo que la impresión puede significar para el mundo entero”, sostiene JASON BALLARD, co-fundador y CEO de ICON.

Si bien la tecnología de impresión puede utilizarse para la disminución de costos y la implementación de viviendas sociales, este proyecto en particular se caracteriza por ser una exploración, una demostración de las posibilidades de la tecnología llevadas a su más alta gama. Las aplicaciones comunitarias y sociales de la tecnología se desarrollarán en otros proyectos paralelos que el conjunto de firmas prometió para este año.

En lugar de estar terminadas con pintura, las paredes revelan el proceso de construcción.

Lo que la tecnología nos dejó
El trabajo con impresión 3D en la construcción marca un antes y un después en la tradición arquitectónica. Entre sus virtudes no solo están la producción rápida y de bajo costo, sino también la posibilidad de crear nuevas formas de habitar. En total, se calcula que el costo de construcción es entre un 10% y un 15% más económico. En palabras de LEWIS MCNEEL, socio de Lake|Flato: “Es una casa simplificada hasta lo más esencial. House Zero usa nuevas tecnologías para dejar al descubierto estructuras duraderas: el esfuerzo y los materiales en bruto que brindarán refugio a largo plazo, combinado con un profundo y arraigado sentido de pertenencia al espacio urbano”.