Lejos de la perspectiva que validaba como arte solo a las creaciones realizadas por la mano del hombre y, tras atravesar diversas corrientes durante siglos, hoy las fronteras se extendieron incluso más allá de este universo. Piezas digitales creadas con inteligencia artificial, pinturas o esculturas comercializadas en forma de NFT y la proliferación de criptomonedas y billeteras virtuales para adquirir arte digital son parte de una nueva dinámica entre este mundo y el metaverso, donde artistas y coleccionistas se encuentran nuevamente.
El metaverso está ahí, a la vuelta de la esquina. Gracias al impulso de Meta, la corporación dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp, son cada vez más las empresas que se embarcan en la exploración de este nuevo territorio virtual con la finalidad de ampliar sus fronteras comerciales. Algunas compañías como Descentraland o Liberland Metaverse llevan adelante emprendimientos inmobiliarios en el metaverso desde hace varios años. Y el sector gamer también tiene su proyecto en proceso; Epic Games, desarrolladora del exitoso Fortnite, se unió a Sony y a Lego para poner en pie su propio metaverso.
Pero, ¿qué es el metaverso? Se trata del universo virtual que se abre mediante un dispositivo digital, que va desde una simple computadora hasta un casco de realidad aumentada. Empezaron a aparecer hace un par de décadas y ya han sido explorados por millones de jugadoras y jugadores de videojuegos. A comienzos del 2000, Second Life abrió las puertas de este universo donde basta con crear un personaje o avatar para vivir en un mundo plagado de aventuras. Sin embargo, el metaverso no pretende ser un espacio de fantasía, sino una versión alternativa de nuestra realidad, donde podemos disfrutar de las mismas actividades que llenan nuestro día, sin movernos de la habitación.
Esta amalgama de los planos virtual y real también llegó al mundo del arte a través de lo que se conoce como NFT (Non-Fungible Tokens). A diferencia del dinero, que es un bien fungible —se puede intercambiar por otro billete del mismo valor— los bienes no fungibles son únicos.
Los NFT son una suerte de certificado de propiedad y funcionan mediante la tecnología blockchain, la misma de las criptomonedas: a través de una red informática descentralizada se registra la fecha, los datos de cada transacción y su autoría. De este modo, la tecnología blockchain aplicada a los NFT le asigna a cada producto un certificado digital que garantiza su autenticidad y permite demostrar la propiedad de un artículo. Se utiliza sobre todo para obras de arte, objetos de colección y artículos de videojuegos, entre otros artículos.
El mercado de NFT creció de forma espectacular en 2021, generando un volumen de transacciones de unos 25.000 millones de dólares, con otros 20.000 millones registrados en lo que va de este año. Una de las apuestas más jugadas dentro de este nuevo paradigma fue llevada adelante por el artista británico DAMIEN HIRST. Para sustentar el peso real que tiene el NFT decidió quemar cada obra de óleo cuyo NFT hubiera vendido. “El coleccionista no puede quedarse con ambos. Este intercambio es un proceso unidireccional, así que elija con cuidado”, fue su argumentación.
La amalgama de los planos virtual y real llegó al mundo del arte a través de lo que se conoce como NFT, una suerte de certificado de propiedad que funciona mediante la tecnología blockchain, la misma de las criptomonedas.
Web3, la escena del arte digital NFT
¿Qué tienen en común un meme del gatito NYAN, una jugada de LEBRON JAMES o el primer tuit de JACK DORSEY (fundador de Twitter)? Todos y cada uno de ellos se vendieron como productos NFT por millones de dólares. Entonces, ¿qué horizonte se abre para el arte convertido en NFT? Esa perspectiva resulta inimaginable y un ejemplo lo dio el artista digital BEEPLE, quevendió en 69 millones de dólares, a través de la plataforma OpenSea, su obra “Everydays: The first 5000 days”, una combinación de fotos tomadas diariamente durante los últimos 13 años.
Quienes compran NFT no los consiguen en Amazon o eBay, sino que deben acudir a marketplaces específicos. El más grande es OpenSea, que ya posee más de 20 millones de activos coleccionables y cuenta con unos dos millones de usuarios. Sin embargo, y vale la aclaración, para adquirir arte digital NFT es necesario hacerlo con criptomonedas, que se especifican de acuerdo a la plataforma donde se realice la transacción. Por ejemplo, para comprar un Crypto-Kittie se necesita tener ETH (de Ethereum), pero si se quiere comprar algún NFT de LIONEL MESSI —por ejemplo, alguno de sus goles— hay que utilizar ERN (de Ethernity Chain).
Las criptomonedas solo se pueden almacenar en una billetera virtual (wallet), como por ejemplo Bitski o Coinbase,entre muchas otras. Estos monederos aceptan tarjetas de crédito y permiten manejar una cartera diversificada, lo que facilita la adquisición de productos diversos, pero también se puede tomar como una inversión relativamente segura y rentable.
La IA empuña el pincel
Desarrollos como Imagen, Dall-E 2 y Midjourney están revolucionando las redes sociales al inaugurar el ámbito de creación de arte digital a partir del uso de inteligencia artificial (IA) que interpreta el lenguaje natural. Imagen —propiedad de Google— es el producto del gigante de Silicon Valley para competir con Dall-E 2, el upgrade de Dall-E, desarrollado por OpenIA, una empresa estadounidense oriunda de San Francisco que se dedica a la investigación e implementación de IA. De acuerdo a su sitio web, la compañía tiene como misión “asegurar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad”. Imagen y Dall-E 2 se encuentran en fase beta y están cerrados al público. Por su parte, Midjourney habilitó que los usuarios hagan pruebas en la versión beta de su IA por diez dólares al mes.
Desarrollos como Imagen, Dall-E 2 y Midjourney están revolucionando las redes sociales al inaugurar el ámbito de creación de arte digital a partir del uso de inteligencia artificial.
Las posibilidades de crear arte a través del uso de distintos sistemas de IA expande las fronteras para que todas las personas usuarias puedan experimentar con la creación de arte digital. Asimismo, la tokenización del arte digital a través del NFT busca darle un sesgo único a esas creaciones. Es así que el multimillonario empresario tecnológico REID HOFFMAN, cofundador de LinkedIn, va a lanzar una serie de NFT desde la plataforma Solana, que consiste en obras creadas con el software de inteligencia artificial Dall-E 2. “La expresión visual no puede existir sin la tecnología», escribió Hoffman en su perfil de LinkedIn. “Los grandes artistas siempre han sido grandes innovadores. Si artistas pioneros como Da Vinci, Pablo Picasso, Georgia O’Keefe y Frida Kahlo estuvieran vivos hoy, estoy seguro de que estarían experimentando con Dall-E”.