24 de enero de 2016
Habia una vez…
Había una vez un mundo de luces líquidas y sólidas sombras, un mundo de geometrías de baile y vacíos llenos de nubes, el mundo donde los diseños de fantasía y la imaginación se construyen, el mundo llamado arquitectura.
Los hermosos cuentos de hadas como la buena arquitectura están adornados con magia y misterio y se encuentran apoyados por una sólida estructura. Como cualquier gran obra de arte, encapsulan la máxima profundidad y la máxima simplicidad.
Los primeros pasos como arquitecto de Federico Babina, fueron visitar las casas y los castillos de cuentos de hadas que como un niño le hacían viajar con fantasía. Las ventanas iluminadas en la noche oscura que ocultan secretos y sorpresas, los objetos transformados y cobran vida, fueron para él un preludio del universo de la arquitectura y el diseño.
Aquellos dibujos de estructuras exóticas pertenecientes a países lejanos como cofres que ocultan secretos y hechizos han representado su primera aproximación al dibujo y la arquitectura.
Cuando era un niño quería ser un arquitecto, y ahora que es arquitecto le gustaría a veces volver a ser niño.
Architale: la arquitectura se sumerge en los cuentos de hadas
Estas series de la ilustraciones, «Architale», nacieron como tributo al «universo del cuento de hadas donde la arquitectura se reinventa para acomodar a los protagonistas de la historia.»
La idea es utilizar a la arquitectura y sus formas para participar en el relato de las historias, transformando los edificios en «objetos narrativos».
17 arquitecturas ilustradas fueron exhibidas bailando entre la realidad y la fantasía en un ejercicio intuitivo y sensorial donde cada detalle arquitectónico es una pequeña pieza que revela información sobre los personajes y la historia.