18 de abril de 2017
Carola Salomón y Luciano Ianulli vienen de mundos distintos. Ella estudió cine, trabajó en escenografía e hizo una parte de la carrera de diseño gráfico. Él es músico, pero heredó de su abuelo carpintero el oficio y las herramientas. Hoy, dirigen juntos su casa de diseño y producción de muebles, Broca.
En 2008 comenzaron tímidamente con un proyecto de restauración de muebles escandinavos: “Fue un proceso muy lento pero siempre ascendente, así creció Broca. Finalmente llegó un momento en el que dejamos nuestros otros trabajos y comenzamos a dedicarnos exclusivamente a esto”, cuenta Carola.
Gracias a la selección, compra y restauración de muebles, conocieron a los muebles desde su esencia y aprendieron la receta única con la que se fabricaban antes. Luego de un tiempo comenzaron a diseñar su propia línea de mobiliario, siempre inspirados en el norte de Europa de los años 50s que tanto los apasionan.
Además de generar sus propios modelos, incorporaron una serie de reproducciones de muebles clásicos y de autor de aquella época: “Siempre exploramos el modo en que se fabrican las cosas. En nuestro caso, es artesanal pero con terminaciones muy cuidadas, como se hacían antes”, explica la dupla.
Entre los materiales de cabecera de Broca se encuentran las maderas nobles y macizas, como el petiribí, el roble americano y el pino hemlock canadiense, además del hierro, el lino, el cuero y el mimbre, entre otros.
Los cuidados detalles de carpintería, la utilización de lacas suecas, la selección de maderas nobles y el teñido de textiles para tapicería, se combinan con la sabiduría de un oficio heredado, dando como resultado muebles para toda la vida.