05 de octubre de 2018
En el jardín del antiguo convento, renace esta plaza sobre agua como hito de relax y descanso en Casa FOA 2018. Recreando un jardín acuático, diseñamos un espacio donde predominan los sitios de permanencia y relax en sus múltiples formas, integrándose a la vegetación existente y generando un recorrido por una serie de plataformas orgánicas de distintos materiales que permiten contemplar y caminar a la par de la naturaleza del lugar. Los arquitectos encargados de este espacio fueron Luciana Szechter, Rodrigo Battaglia y Angie Dub, del Estudio Grupo HAZ.
A medida que se recorre el espacio, se descubren los distintos rincones donde quedarse, donde reposar y conversar, completamente integrados al agua y a la naturaleza. Generando un concepto fuerte y equilibrado, la morfología orgánica del espacio materializada a través de las plataformas y el equipamiento, aportan y expresan el dinamismo perfecto que se identifica con las líneas del vehículo, intensificado por el agua y sus múltiples juegos de reflejos. Sobre dichas plataformas se ubican piezas de mobiliario para sentarse que, acompañadas por mesas bajas de centro y de arrime, conforman sectores de permanencia y relax enmarcados por el jardín acuático.
Los autos son exhibidos como elementos elegantes, integrados al espacio y, a su vez, resaltando su capacidad de acción, diseño y vanguardia enmarcados por un paisaje silvestre que los resaltan. El equipamiento fue pensado en distintos tamaños y de líneas curvas, potenciando la flexibilidad y dinamismo del espacio, en colores alegres y frescos que varían dentro de la paleta propuesta.
Como contraste a la fachada del antiguo convento, se recorre el espacio con una envolvente metálica curva en 3D cuidadosamente iluminada para destacar su relieve y movimiento, acompañando el concepto de la tecnología del auto y de un diseño de punzonado en las mismas que permite generar distintos juegos de iluminación que se reflejan en los espejos de agua.
La llegada al espacio ocurre a través de un espacio con una barra donde aparece un querido Café André para recibir a los visitantes y clientes especiales de CITROËN. La misma cuenta con un revestimiento de fondo la misma piel metálica iluminada generando un fuerte impacto visual al ingresar.
Se buscó que predomine la pureza de las formas y de la naturaleza en sí misma, por medio de los materiales por los cuáles está conformado el espacio como el agua, acero, madera, piedra y géneros dentro del mobiliario.