16 de febrero de 2017
Casitas bajas de ladrillo a la vista, con pequeños porches y jardines delanteros: sobre la apacible y empinada North Avenue, el código arquitectónico es el mismo desde hace décadas. Y ese fue uno de los desafíos con los que se encontró el estudio de Rolf Ockert: las dimensiones reducidas de la clásica casa elegida por su cliente: un matrimonio con dos hijos.
“La casa existente era demasiado pequeña para alojar a la familia. La única manera de ampliar el espacio era construir una planta superior, algo que no existía en la zona”, explican desde el estudio de arquitectura.
Corredores vecinos
Las casas del barrio tienen un doble acceso: por la puerta principal hacia el interior de la casa y por uno de sus laterales, directo hacia el jardín trasero.
Realizando el recorrido paralelo se puede apreciar la transformación de la casa: una vez que terminan los muros de ladrillo, comienza al nuevo revestimiento en altura que continúa hacia el primer piso.
Las aberturas rectangulares funcionan como fuentes de iluminación natural y como detalles de diseño: sus interiores fueron pintados en colores llamativos, puntos de quiebre que dialogan con el patrón morfológico del paño entero. “Nuestra intención fue mantener y preserva la casa existente en su totalidad, sumando la nueva construcción con una estética moderna”, sostiene Ockert.
Escaleras arriba
La conexión con la planta superior fue una de decisiones más relevantes del proyecto, ya que esa pieza de comunicación entre ambos pisos es la que inaugura el área nueva.
Dadas la continuidad entre el recibidor, la cocina y el living, y luego la profundidad de estos ambientes hasta el jardín, la escalera debía ensamblarse al espacio integrado sin desentonar con la dinámica de circulación.
Así, los arquitectos diseñaron una columna transversal en acero pintado, que sostiene las huellas de madera flotante, acompañadas por un paño de vidrio y una baranda. En la planta superior se encuentra el área privada de la vivienda: el dormitorio principal, dos habitaciones para niños y un baño compartido.
Pensada para enamorar a primera vista y sorprender durante la visita, la pequeña y antigua casa transformada en un hogar familiar es un caso ejemplar de la integración del patrimonio urbano y arquitectónico: desarrollando la búsqueda de diseño del cliente, se lograron respetar los lineamientos del código establecido y potenciar las posibilidades constructivas de la vivienda original.
Ficha Técnica:
Estudio: Rolf Ockert Architect – www.rodesign.com.au
Proyecto: North Avenue House
Ubicación: Sydney, Australia
Superficie: 142 m2
Año: 2013