15 de noviembre de 2018
Sebastian Herkner se formó en la Universidad de Arte y Diseño de Offenbach y a sus 37 años, cada vez más figura como colaborador de casas de diseño internacional (no menos de 21 proyectos en tramitación durante 2018 para Moroso, Dedon, Thonet y Lintello, por nombrar algunos); además, en el transcurso de la última década recibió unos treinta premios en reconocimiento a su trabajo innovador y tradicional. Por este motivo, Maison & Objet lo distinguió como diseñador del año 2019 por su originalidad y excelencia, impresionando a su generación. La trayectoria de Herkner lo impulsó directamente al radar de la feria comercial, sellando la decisión de centrar la atención en la estrella emergente en la escena del diseño.
El diseñador alemán Sebastian Herkner instaló su estudio en Offenbach am Main, Frankfurt en 2006 y centró su trabajo en crear diseños fusionando tradición con creatividad, nueva tecnología y artesanía. Un enfoque que adoptó mucho antes de que el mundo del diseño comenzara a surfear esta ola moderna. Su amor incondicional por la artesanía tradicional fue lo que guió su primer diseño emblemático, la mesa «Campana», cuya bandeja de acero y latón se encuentra en una base de vidrio soplado a mano producida en una fábrica de vidrio bávara de siglos de antigüedad.
Lo llamativo es que en 2009, ni una sola empresa de diseño quiso respaldar el proyecto: «la gente no estaba tan acostumbrada a ver esta combinación de materiales que no les interesaba lo más mínimo», explica. Al final, estuvo tres años completos y un encuentro con ClassiCon para que su mesa salga a la luz, alcanzando así instantáneamente el estatus de best-seller. «Es absolutamente vital que revivamos todas estas formas tradicionales de artesanía antes de que se pierdan para siempre, ya que son una parte integral de nuestro patrimonio cultural», explica Sebastian Herkner. Estos trabajos que combinan lo artesanal y la tecnología más moderna se pudo observar en la silla “118” (Thonet, 2018), que utiliza una combinación de fresado CNC y doblado con vapor para moldear la madera.
El deseo de explorar un territorio desconocido no solo lo llevó a diseñar gafas, bicicletas, frascos de perfume o a incursionar en el mundo del diseño de interiores, sino también a realizar una pasantía con Stella McCartney. «Estaba interesado en los procesos de fabricación utilizados en la moda y en comprender cómo se combinan los colores», explica. Para él, el color es el punto de partida para el diseño aunque la mayoría piense que el color es lo último. Sin embargo, admite que «puede llevar años encontrar la combinación de colores perfecta».
Sebastian Herkner tiene la costumbre de inspirarse en otros lugares. Ya sea en su estudio con su equipo oriundo de otros puntos cardinales o durante sus frecuentes viajes a China, Colombia, Tailandia, Senegal y Canadá que visitan fabricantes locales, casas de diseño y artesanos.»Las diferentes culturas, habilidades y estilos de vida impulsan mi inspiración», explica. La lámpara de pie “Oda” (Pulpo, 2014), es un ícono en su obra y es una prueba de ello que se inspira en usar materiales tradicionales: cerámica, cuero, mármol.
Parecido a un depósito de luz, el diseño se inspiró directamente en imágenes fotográficas de torres de agua capturadas por Bernd y Hilla Becher. Cada fuente de inspiración está en perfecta sintonía con su búsqueda de autenticidad, su deseo de utilizar materiales sostenibles y su sentido de respeto por el tiempo que lleva crear una pieza realmente impresionante. Su enfoque de diseño es a la vez ético y comprometido, e imbuye el proceso creativo con el mismo grado de importancia que el producto final real en sí.
Como cliente habitual de la feria en Maison & Objet, nunca se pierde una sesión, sonríe Sebastian Herkner que está encantado de que este galardón le brinde una plataforma para revelar algunas de sus últimas creaciones y, al mismo tiempo, muestra los procesos de fabricación que siempre han sido tan cercanos a su corazón.