La dueña de casa se crió entre estas paredes que hoy tienen 30 años de antigüedad: recuerda su infancia como una etapa feliz, marcada por tiernos momento junto a sus padres y hermana. Ya en su madurez profesional y personal (es una abogada de 40 años, está casada y es mamá), busca ofrecerle a sus dos hijas de seis años una experiencia igual de significativa, por eso regresó a la casa paterna con su familia. Para llevar adelante el desafío de renovar la casa que la vio crecer, adaptarla a la vida contemporánea y a sus nuevos habitantes, convocó a SHIN-JIE LIN y TING-LIANG CHEN, diseñadores de Ganna Design. El nombre de esta transformación no es casual: Chorus remite a la carpintería del hueco de la escalera, que fue resuelta con una serie de vidrios de colores con reminiscencias a los vitraux de las iglesias cristianas. Gracias a la abundante luz natural de la que goza la casa, ese espacio se convirtió en la metáfora conceptual del programa de diseño. A través de una paleta con tonos fríos y cálidos, los vidrios proyectan sus colores sobre los muros claros y los revestimientos oscuros, sugiriendo el juego cromático que da identidad a la vivienda.
Recetas de familia
El departamento, ubicado en un piso 11, tiene 192 m2 con privilegiadas vistas a las laderas de Taipei. La planta baja se destinó a las áreas comunes, que incluyen el comedor, el living, unplaygroundpara las niñas y la cocina. Esta última fue diseñada como un espacio de encuentro: la dueña de casa buscaba mantener vivo el ritual de cocinar en familia para poder transmitirle a sus hijas los mismos valores que ella recibiera de sus padres. Por otro lado, tanto ella como su marido son especialistas en comida china y postres occidentales, por lo cual equiparon el ambiente con dos heladeras para poder acopiar grandes cantidades de ingredientes.
Para imprimirle una sensación de expansión al área, los diseñadores integraron la isla central de la cocina a la mesa del comedor, con capacidad para diez comensales. La línea continua que proponen en conjunto organiza visualmente la circulación de la planta baja. Todos los modulares y espacios de guardado fueron revestidos simulando puertas rematadas con tirantes o manijas. Para la colección de tazas y copas se diseñó un exclusivo armario con puertas corredizas de superficie espejada.
El nuevo diseño rescató las memorias de infancia de la dueña de casa y las conectó con su actual estilo de vida.
Diseños de colección
Si bien los tonos neutros predominan en todos los espacios, el color se utilizó como un recurso para dar carácter y marcar territorios. La identidad cromática de la planta baja fue matizada de dos modos: con libros en la biblioteca de pared que se ubicó detrás del televisor y a través de la colección de sillas que rodeala mesa, diferentes diseños de prestigiosas firmas europeas. Entre el mobiliario elegido para ambientar el ambiente se encuentran el sofá Missoni Home yla silla AVA de policarbonato transparente de Roche Bobois; las lámparas colgantes y puffs de Ligne Roset; los taburetes altos con patas de madera de Kristalia; la silla Frilly de Kartell y los sillones de cuero diseñados por PAOLA NAVONE, entre otros.
El hueco de la escalera actúa como conector y separador: los diseñadores lo definieron como “un maravilloso lugar para tomarse un respiro y pensar profundamente”.
La habitación del matrimonio fue intervenida con el color de la flor de loto, yendo desde un lila claro hasta un violeta intenso en distintos accesorios y piezas: cortinas, ropa de cama, sillón y escultura colgante. En el dormitorio infantil se usaron distintas tonalidades del rosa, también en cortinas, respaldo de camas y como revestimiento para uno de los placares. La búsqueda sutil pero íntima y personal que se llevó a cabo en cada uno de los espacios, dio como resultado un reencuentro a medida.