El arquitecto JOSÉ MARÍA DURÁN fue convocado para diseñar una vivienda para una familia que buscaba fusionar su intensa vida social y cultural con la intimidad de un hogar. Los espacios de encuentro y esparcimiento debían ser amplios y cómodos, mientras que las áreas de uso más frecuente no debían demandar un gran mantenimiento. Las terrazas frontales, el camino con estanque y la cascada de ocho metros de caída son algunos de sus atractivos más visibles.
Verde a la vista
El terreno fue el gran aliado para esta gran obra: “La muy planificada parquización de todo el faldeo, que conserva numerosos ejemplares vegetales originales y agrega muchos más en delicadas agrupaciones florales y arbustivas, completa el paisaje, de impronta natural, pero cuidada estética”, comenta DURÁN. La búsqueda partió de las Villas Palladianas como inspiración, generando dos niveles con el patio y las galerías como grandes estructuras divisoras. En torno al patio se creó una circulación con grandes aberturas de vidrio: “Grandes volúmenes de importantes alturas pero sencilla composición, rematados y enmarcados por molduras rectas y planas, que ponen acentos sin estridencias. Lo privilegiado es el espacio y la composición”, sostiene.
Desde abajo
En la planta inferior se encuentran el área social con vistas al parque, los dormitorios en suite con vestidor para los dos hijos del matrimonio con estar íntimo y el área de estudio integrado. También están el lavadero, la cocina con comedor diario y el estar familiar. En el primer nivel se encuentra la suite principal con un hall de distribución que comunica con el dormitorio, los vestidores y un baño en tres tiempos. También tiene su propia terraza con deck de madera y, al este, un atelier de trabajo artístico para su propietaria.
El diseño de interiores estuvo motivo en función de los espacios. El área utilizada para eventos sociales y culturales fue trabajada con reminiscencias imperiales, plateados a la hoja y géneros finos, mientras que los espacios familiares de uso diario priorizan la funcionalidad y practicidad: el vidrio, el acero inoxidable satinado, las superficies laminadas y los revestimientos cerámicos y de papeles metalizados y texturados configuran la propuesta.
La casa es más que un lugar en donde habitar: es un espacio de arte, un punto de encuentro, un centro de recepción, una excusa para el festejo. Pero también respeta los rituales íntimos, los momentos privados, la necesidad de silencio. Oscilando entre el lujo de un gran salón y la comodidad de un hogar, la obra de DURÁN conjuga los distintos usos y costumbres de todos los habitantes de un modo que no pasa desapercibido.
Imágenes cortesía de Paula Carlino
FICHA TÉCNICA
Arquitecto: José María Durán
Proyecto: Vivienda familiar
Ubicación: Valle Escondido Ecourbanización (Salta, Argentina)
Superficie: 792,35 m2
Año: 2012