24 de Agosto de 2016
El proyecto estuvo a cargo de Stefan Antoni, Bobby Hugill y Duke Williams, del estudio SAOTA y para el diseño de interiores se convocó a Jack Nieuwoudt.
“Trabajamos sobre un terreno relativamente estrecho, que requirió de pensamiento lateral: creamos un juego dinámico entre los distintos niveles de la casa”, explicaron los arquitectos, que lograron una obra de alto impacto en 1120 m2.
Galería doméstica
Las columnas de hormigón ondulante, las aberturas con esquinas curvas, los cielos rasos que acentúan los planos de la casa, las escaleras que revelan espacios progresivamente: ninguna decisión estructural es caprichosa ni fue guiada al azar. Por el contrario, todas evidencia una estrategia arquitectónica con tres nortes: potenciar el espacio en altura, habilitar una circulación libre y fusionar el concepto de hogar con la identidad de una galería.
Boma, la casa en cuestión, tiene la espacialidad de una gran sala de exhibiciones pero también la estética de un espacio dedicado al arte. Cuadros, esculturas y piezas de colección aparecen sorpresivamente a lo largo del recorrido, imprimiéndole carácter a los ambientes y un lenguaje único a la casa.
Elementos esenciales
El hormigón, la piedra, el vidrio y la madera fueron la composición justa y necesaria para no competir con la geografía del terreno. Las áreas se dividen en cuatro plantas: subsuelo, planta baja y dos pisos superiores, en los que se distribuyen los dormitorios.
Desde todos los niveles la visibilidad entre espacios es casi total, siendo las habitaciones y áreas de servicio las únicas que se esconden detrás de puertas. “El modo en que los niveles está configurados permite que los niños puedan ser vistos todo el tiempo, ya sea que estén jugando en el jardín, mirando tele o nadando en la pileta. Es una brillante combinación entre arquitectura desafiante y funcional”, explican desde Saota.
La casa se convirtió en el sueño hecho realidad de sus propietarios: la paleta de tonos sutiles, el mobiliario neutro y la distribución abierta trabajan en equipo para que el arte sea el actor principal. El volumen, la forma y el color son expresados en piezas de curadas por los mismos dueños, y el escenario para su exhibición es ofrecido por las vistas a la bahía, a la montaña y al océano.
Al abrir los ventanales que comunican al jardín interior, el estanque de agua integrado se convierte en una extensión del living comedor.
Los ventanales corredizos de piso a techo funcionan como un marco que recorta al paisaje, ofreciendo una “fotografía de libro”, según los arquitectos.
“Enfatizamos la diferencia de roles en cada zona, alimentando distintos estados de ánimo de un ambiente al otro. Queríamos crear espacios que sorprendan”, explica Stefan Antoni.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Casa Boma
Estudio: SAOTA
Ubicación: Bantry Bay, Ciudad del Cabo, Sudáfrica
Superficie: 1120 m2
Año: 2012