15 de julio de 2019
Durante 10 años, el arquitecto Takeshi Hosaka vivió en LOVE HOUSE, una casa construida por él en Yokohama. En febrero de este año estrenó la segunda versión de aquella: LOVE2 HOUSE, una pequeña vivienda de 18 m2 en dos plantas. “Comencé a enseñar en la Universidad de Arte y Arquitectura Waseda en 2015 y tenía muchas horas de viaje desde allí. Esta es la razón por la cual decidí construir mi segundo hogar. En ese momento, mi esposa estaba leyendo un libro sobre el período Edo que dice que una familia de cuatro personas vive en una casa de 9,6 m2 llamada Nagaya. Luego de leerlo me dijo ‘18 m2 es bastante grande para nosotros dos’, entonces decidí diseñar una casa de una sola planta con 18.84 m2”.
Bases sólidas
La casa fue diseñada de acuerdo a los principios arquitectónicos de las antiguas villas romanas, en las que la distribución priorizaba el estudio, el baño, el teatro, la música y el epicureísmo. “Mi deseo fue dar fuerza a estos cinco componentes en una pequeña casa. Disfrutamos de un baño todas las noches, escuchamos música de nuestra colección de 300 discos, comemos arroz hervido en olla de barro y leemos nuestros libros preferidos. Además, nos refugiamos en la Biblia cuando estamos cansados, ya que la religión es un componente clave de la vida”, explica el arquitecto.
El interior se divide en tres áreas: comedor, cocina y dormitorio. Si bien las divisiones son sutiles e integradas, los espacios quedan bien definidos gracias al equipamiento y mobiliario. Por otro lado, las dimensiones reducidas proponen un ejercicio que pone a prueba el criterio de selección de sus habitantes: lo necesario se reduce a lo imprescindible.
Luz del norte
Una de las desventajas de la morfología de la casa es que no recibe luz natural durante los meses fríos. “Esto fue una gran desilusión, pero luego lo pensé como un ambiente parecido a aquellos en los países escandinavos. A partir de este concepto, dibujé un borrador de una casa con dos techos curvos abiertos al cielo. En el invierno, las dos claraboyas dejan pasar la luz solar suavemente al interior de la casa. Durante el verano, LOVE2 HOUSE se llena de luz como en un país tropical”, cuenta Hosaka. El techo fue revestido con dos paneles de aluminio galvanizado; mientras que los aleros rectos se mimetizan con los alrededores, las partes superiores de los caparazones son levemente curvas.
A diferencia de lo que puede dictar el sentido común, una casa pequeña puede ser infinita: porque la capacidad de reconfigurar el espacio estimula la imaginación y genera conciencia, haciendo que los habitantes no solo valoren cada acción sino que también decidan cómo vivir mejor. “En esta casa sentimos la cercanía de la ciudad y nos sorprendemos de cuán agradable es comunicarse con ella”, cuentan los dueños de LOVE2 HOUSE, quienes valoran las pequeñas cosas que hacen que la vida sea grande.
“Cuando dejamos completamente abierta la ventana que da a la calle, las personas que caminan por allí se sienten libres de hablar conmigo. La calle del frente tiene muchas flores y la disfrutamos como si fuera nuestro jardín”, cuenta Takeshi Hosaka.