23 de Agosto de 2016
Paula Rodriguez es egresada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata, trabajó en reconocidas empresas constructoras, especializándose luego en ingeniería ambiental. Pero eligió caminar sobre cemento y creó su propio emprendimiento: Cemento 100% Handmade. Desde su taller platense, conversó con Estilo Propio sobre su pasión por la mezcla gris.
AMOR A PRIMERA VISTA
Mi primera aproximación al cemento se remonta a mis épocas de estudiante. Recuerdo mis continuas visitas al laboratorio de materiales en arquitectura, un reducto chiquito y desordenado que me apasionaba visitar. Ahí estaba toda la materia prima que después usaría para darle forma a los edificios. Sentía fascinación por las probetas de hormigón que tiraban: iba con el auto y las cargaba en el baúl. Así empecé a reconocer el peso del cemento.
ESPECIALIDADES
Cuando digo que hago objetos de cemento, la gente automáticamente se imagina macetas y enloquezco: eso es precisamente lo que no hago. En general resulta raro pensar en objetos de cemento para el interior pero para mí, entre la arquitectura y el diseño de los objetos, está el diseño de interiores. Estos objetos nacen ahí, entre la arquitectura, el interiorismo y el medio ambiente. Trato de no generar desperdicios, de reutilizar material y no incorporar procesos ni elementos contaminantes. Sería feliz si pudiera certificar normas LEED: es una meta pendiente.
EL TIEMPO Y LA PACIENCIA
El proceso productivo es lento. El hormigón tiene un tiempo de fraguado y uno para alcanzar la máxima resistencia. Al igual que cualquier otro material, es esencial conocerlo para poder diseñarlo. Si armás un encofrado, lo llenás y no esperaste el tiempo suficiente para desencofrar, al igual que en la obra, podés perder el trabajo. Lo mismo si le aplicás una carga antes de tiempo.
DE MAESTROS Y LECCIONES
Aprendí con un albañil a usar el balde y la cuchara, y con una artista la técnica del cemento. Mis maestros en arquitectura son los creadores del Teatro Argentino de La Plata: Alberto Sbarra, Carlos Ucar, Emrique Bares, Inés Rubio, Roberto Germani y Tomás García. Cada vez que lo veo me doy cuenta de que, sin darme cuenta, siempre estuve en contacto con el hormigón.
TRADUCIR AL CEMENTO
Todo lo que pasa por mi cabeza es factible de transformarse en cemento, pero hay límites, cosas que no tienen justificación alguna. Hice unos platos de sitio para un té que organizó DArA el año pasado: me empezaron a pedir platos de sitio, pero una cosa es un plato de sitio para una taza de té y otra es uno para una cena.
ADN
El cemento es un material frío por la característica organoléptica que le es propia, pero esa condición puede ser revertida. Frío, duro, pesado, áspero, gris, de presencia contundente y sólida: a través del diseño se puede transformar esa lectura en calidez, delicadeza y suavidad. Es mi continuo desafío. Mis herramientas son las formas, las texturas, los brillos y las imágenes estampadas que aplico: así logro cambiarle la sensibilidad.