Sobre el Pasaje Beethoven 1860, en Yerba Buena, un edificio de dos plantas sobre una superficie de 600 m2 reúne a un selecto grupo de profesionales que trabajan en estudios, consultorios y oficinas: en la planta baja se agrupan seis espacios con baño e instalaciones propias; en el primer piso, INTERIOR DESIGN, el estudio de interiorismo a cargo del diseñador OMAR FARHAT y la decoradora EUGENIA DUMIT. El hormigón armado a la vista, el acero inoxidable, el cemento y el vidrio conviven con las maderas naturales de pino, un jardín central, un espejo de agua con vegetación y una escultura del artista cordobés CLAUDIO GÓMEZ. La plaza de adoquines y césped y el portón metálico cortado con láser dan la bienvenida a este seductor complejo con todas las comodidades para trabajar y la impronta relajada de una galería de arte.
Además de diseñar su propio estudio también desarrollaron el interiorismo para los consultorios de los doctores ANA DURSO y GUSTAVO BERGESI, y para el estudio de la event planner ALEJANDRA TOSCANO
Diseño de autor(es)
En materia de decoración, interiorismo y diseño, mejor mostrar que contar. De eso se trata, justamente, la experiencia que propone el estudio INTERIOR DESIGN, en donde el diseño no sólo es un servicio sino también una invitación. El estudio, de 250 m2, comienza con una recepción en la que un mostrador de madera blanca con vidrio laminado juega en voladizo con los tres artefactos de luz que caen desde el techo. Las piezas, adquiridas en la tienda Wets Elm (Miami), cuelgan de una soga enroscada en color crudo y bulbos redondos dimerizados.
La sala de espera fue armada alrededor de una alfombra de lana de VANINA MIZRAHI sobre la que se organizan un sofá art-decó retapizado con lino washed blanco, el sillón La Chaise de CHARLES y RAY EAMES, una mesa baja con tapa de mármol de carrara y patas de acero inoxidable y dos taburetes laqueados en blanco, de la firma Disegno. Un biombo hecho con tubos rectangulares blancos separa el área de recepción y espera de la zona de dibujo: sobre ellos se distribuyen pequeñas cajas de cristal que contienen maquetas de sillas emblemáticas de mediados del siglo XX.
La orientación noroeste del edificio y sus generosos paños de vidrio proveen iluminación natural durante todo el día, reemplazada por tecnología 100% LED durante las horas oscuras
Efecto tablero
En el despacho principal se destaca la biblioteca modular de 12 metros de largo que recorre todo el espacio de trabajo, hecha con placas de roble blanco touch de la firma Masisa. Los dos escritorios tienen tapas laqueadas en blanco y patas de acero inoxidable en forma de X. Las sillas ZODY son de Manifesto; las lámparas Tolomeo de escritorio de Agüero Iluminación y las colgantes con cable amarillo, de Disegno.
Para el área de reuniones se eligieron las sillas y mesa Tulip de EERO SAARINEN, sobre la que cuelga la araña en forma de balón de la marca FLOS. La sala termina con un living ambientado con un sofá de lino y almohadones de rafia natural, dos poltronas de PATRICIA URQUIOLA y un trío de mesas laqueadas de Disegno, todo montado sobre una alfombra de ALFRED FELLINGER. El corredor que avanza en paralelo a las tres áreas del despacho (escritorio, mesa de reunión y living) y que desemboca en una terraza, fue tapizado con una alfombra de pura lana en tonos crudo y visón, hecha a mano en telar por artesanos salteños: tiene 12 metros de largo por uno de ancho. Por encima de la terraza se ubicó una pérgola de zinc sobre la que se entrelaza un jazmín de arroz con una red de media sombra blanca de MÓNICA MELHEM.
A lo largo del recorrido se pueden encontrar obras de CRISTINA PICEDA, ENRIQUE SALVATIERRA, BLANCA MACHUCA, PABLO GUIOT, VERÓNICA GARCÍA, ADRIANA MARGALEF y OTILIA CARRIQUE. Esa mezcla estudio creativo con galería, de coleccionismo industrial con piezas de arte y de oficina con vistas naturales hace de este proyecto la aspiración ideal de quienes busquen un espacio de trabajo no tradicional.