08 de febrero de 2017
Cuando era chico, en el colegio confundían su dislexia con incapacidad: la lectura en voz alta y la ortografía eran desafíos difíciles de superar. Su talento estaba en un lugar inaccesible a los maestros: la cabeza.
La curiosidad, la imaginación y la creatividad fueron los motores que, desde muy temprana edad, encendieron sus talentos y pasiones: “Quería inventar cosas”, recuerda.
Nacido en Salta en 1975, luego de graduarse como Diseñador Industrial en la Universidad Nacional de Córdoba, Francisco Gómez Paz partió hacia Italia, en donde vive y trabaja desde hace 16 años, diseñando para empresas como Artemide, Driade, Danese, Landscape Forms, Lensvelt, Luceplan, Olivetti y Sector, entre otras. Extrañaba tanto a la Argentina que desde hace casi tres años eligió vivir en los dos países: cada un mes o un mes y medio, cambia su estudio en Milán por su taller experimental en Salta.
Recuerdos del norte
No buscaba plantar la bandera argentina a través de la pieza, pero eso fue lo que sucedió con Apero, uno de sus proyectos más queridos: es una chaise longue cosida en cuero crudo sobre una estructura de acero.
Además de tener una alta resistencia, al no ser curtido es ecológico y una vez que se seca, se contrae: “En ese proceso de contraerse, yo encontré un proyecto. No buscaba expresar el lenguaje o la identidad local: sólo usé las tecnologías disponibles en mi tierra. El discurso pasaba por la técnica, la materialidad del cuero y los detalles del artesano”, explica Gómez Paz.
Desde el norte también, pero en este caso europeo, le llegó un pedido muy especial: un diseño que sirviera como manifiesto de Astep, la firma danesa que busca marcar “un paso más adelante” (de allí su nombre) en materia estética y tecnológica. “Los inviernos largos hacen que, además de artefactos de luz tradicionales, la gente use velas o mecheros de aceite o alcohol, tanto en casa como en restaurantes. A través del calor de la llama y el bioetanol, Candela genera su propia fuente de electricidad, energía que es acumulada en baterías para cargar celulares”.
Formas firmadas
Entre los muebles, artefactos de iluminación y productos de diseño de Gómez Paz se destaca la búsqueda formal, que siempre es una respuesta a una pregunta por el lugar, el uso, la materia prima y la forma de producción. Como una araña de cristal que nos devuelve el reflejo de nosotros mismos, Hope está hecha con hojas de policarbonato que reproducen el mismo efecto que las piezas de vidrio, en una reinterpretación del tradicional artefacto de techo.
Otro de los artefactos de luz es Synapse, un sistema de módulos encastrables que reproduce las terminaciones nerviosas de la sinapsis. Por su parte, Omero es un revistero hecho en de acero y aluminio pulido cuya forma surgió del gesto hecho al sujetar una revista: en cada una de las capas se encastra por su parte inferior, formando una suerte e abanico. Entre las mesas se destaca Ovidio, una pieza que explora las posibilidades del plegado y las formas geométricas según el punto desde el cual se la mire.
Hay preguntas que no generan eco y vuelven a la especie una y otra vez, acaso probando otra suerte. Otras, en cambio, se resuelven como una operación matemática, sin aceptar variaciones ni contraofertas. Entre uno y otro extremo, existe un tercer grupo de preguntas, que se nutren de la diversidad, ejercitan la reflexión y producen contenido: estas son las que le hace Gómez Paz al diseño antes de que sea posible.
GÓMEZ PAZ ÍNTIMO
Cuando eras chico, ¿qué soñabas ser de grande?
Algo que tuviera que ver con inventar: era un enfermo de la curiosidad. Necesitaba entender cómo estaban hechas las cosas, por eso desarmaba todos los juguetes.
¿Cuál es la misión del diseñador?
Dejar un mundo un poco mejor del que encontró.
Tu primer proyecto.
Tenía 9 años: hice un autito con un motor a vapor y logré que se moviera.
Un diseño pendiente.
Siempre quise hacer una bicicleta, pero nunca me la pidieron.
¿Qué es lo mejor de nuestro país?
Tenemos un capital humano muy interesante: yo creo mucho en la gente.
¿Lo que más extrañás cuando estás afuera?
La amistad, que es una cosa muy nuestra: el sentido argentino de la amistad es único.
Fuente: Francisco Gómez Paz – www.gomezpaz.com
Imágenes cortesía de: Francisco Gómez Paz – www.gomezpaz.com