Los objetos de uso cotidiano son revisitados por el artista español Rómulo Celdrán en “Macro”, una serie de piezas de gran tamaño que invitan a repensar su función.
Imágenes cortesía de Rómulo Celdrán www.romuloceldran.com
Una pequeña lata de pintura, una cubetera para hielo, una tapa de gaseosa o un par de broches son, en apariencia, cuerpos inanimados e inofensivos, pensados para contener o sostener otros cuerpos. Sin embargo, al multiplicar su tamaño cobran otra identidad, sin dudas atravesada por el volumen pero también por su significado: ¿cuánto más pensaríamos en lo que es un broche (una matriz, un resorte, un modo de producción, un color particular, un modo de vestir, etc.) si en lugar de sacarlo de una bolsa de tela en la que convive con otros broches, lo encontráramos a diario apoyado sobre una pared con el tamaño de una escalera? Con la pregunta planteada, ingresamos al universo agrando de RÓMULO CEDRÁN.
Imágenes cortesía de Rómulo Celdrán www.romuloceldran.com
Zoom out
CELDRÁN se inició en el artista a una edad temprana: con apenas nueve años ya pintaba fuera de clase y durante los fines de semana. Encontró su formación en libros, exposiciones, catálogos y documentales: “Siempre he sido autodidacta y eso implica que tuve que ir por mí mismo a la búsqueda de todo aquello que necesitaba aprender. Al día de hoy sigo considerando que mi propia curiosidad y mi necesidad de aprender son mis auténticos maestros”, cuenta. A los 16 realizó su primera muestra y a los 22 comenzó con la escultura, disciplina protagonista de su serie “Macro”. En ella, la escala de las piezas es un recurso para visibilizar aquellos objetos que en la rutina se vuelven indiferentes al usuario: “Tan pronto como el objeto existe en una escala que ya no es humana, pasa a convertirse en otra cosa. Ese grado de desconcierto frente a una realidad que crece ante nosotros, unido a esa especie de efecto regresivo que nos convierte casi en niños enfrentados a una realidad mucho mayor que nosotros, son para mí el principal foco de interés hacia el mundo de las escalas”, explica el artista.
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El tamaño importa
La medida de todas las cosas parece ser la que rinde a la escala humana: siguiendo su proporción, el resto del mundo puede ser más pequeño, igual o más grande que ella. Sin embargo, la relación entre las esculturas de CELDRÁN y el humano queda trunca: no se trata aquí de establecer una frecuencia, sino de entender y apreciar la naturaleza de cada pieza. “La amplificación de la escala tiene un efecto puramente de disfrute a través del redescubrimiento del objeto, de todos sus detalles ocultos y de su gran belleza, habitualmente desapercibida cuando lo observamos a su escala real”, explica el artista. Trabaja sus esculturas partiendo de modelos reales, recreándolos en poliestireno, poliuretano, resinas epoxi, fieltros y aluminio.
Imágenes cortesía de Rómulo Celdrán www.romuloceldran.com
El encuentro con “Macro” ha generado la pregunta inicial, pero también algunas respuestas provisorias: en primer lugar, la sorpresa de redescubrir un objeto que parecía incapaz de decir algo más que lo supuesto. Luego, la invitación a un arte de este mundo: cercano, transparente, empático. Por último, la capacidad de conmovernos en tanto materia, tal como explica el propio CELDRÁN: “Para mí, la escala determina una manera muy específica de aproximarnos a los objetos. Por supuesto desde un punto de vista físico pero también antropológico e incluso emocional”.
Imágenes cortesía de Rómulo Celdrán www.romuloceldran.com
FICHA TÉCNICA
Artista: Rómulo Celdrán
Web: www.romuloceldran.com
Ubicación: Madrid (España)
Año: 2016
Fotografía: Rómulo Celdrán