En un edificio de principios del siglo XX, en la zona sur de Manhattan, una joven pareja neoyorquina convocó a DMITRY REUTOV para imprimirle sello personal a su departamento. En un gesto que ignora la identidad de la ciudad y la estética del edificio, despliega un universo digno de una película de WES ANDERSON.
Surrealismo a la carta
Lejos del patrón constructivo que caracteriza a la ciudad, dominada por las alturas, el concreto y el vidrio, este departamento impuso sus propias reglas. Los pisos de cemento alisado se tiñeron de verde menta y las paredes se pintaron de rosa pastel.
Para potenciar la impronta lúdica y alegre de la paleta cromática, se eligió mobiliario con morfologías y volúmenes que invitan a una experiencia de otro mundo. Los pufs y sillones-burbuja son de Rochе Bobois y las lámparas redondas, diseños de MICHAEL ANASTASSIADES. La mesa ratona, fabricada en cobre y cemento, fue diseñada a medida por DMITRY REUTOV.
Naturaleza adentro
México fue una inspiración clave en el desarrollo del proyecto: la calidez y calma que caracteriza sus paisajes se ve plasmada en el degrade de colores, que simulan puestas de sol en las paredes del dormitorio.
El elemento que vincula a todos los espacios es el cactus, que protagoniza cada ambiente por su forma y tamaño. Además de las macetas con las especies reales, también participa del departamento a nivel gráfico, en posters y fotos.
Cuestión de forma
Curvas: en los extremos de la cocina, en las lámparas, en los sillones, en las mesas, en los espejos y hasta en las fichas de luz. El ojo rebota entre un círculo y otro, y pasea por el departamento a través de la repetición circular de todas las aristas. Reutov Design creó de esta manera una sensación de continuidad y fluidez.
Las piezas únicas refuerzan el lenguaje elegido, cuyo discurso tiene que ver con la forma, el volumen, el color y las terminaciones. Como una película que nos saca de la agenda universal, este departamento invita a descubrir una nueva forma de habitar: que todos los días sean distintos, no por lo que hacemos, sino por lo que tenemos alrededor.
Los cactus se encuentran en casi todos los ambientes del departamento, recreando la vegetación emblemática del paisaje más surreal de todos: el desierto.
La cocina en su totalidad fue creada por DMITRY REUTOV especialmente para el proyecto, al igual que los cilindros de poliuretano como backsplash.
CRÉDITOS
Imágenes cortesía de ReutovDesign Studio
Nota original en edición impresa Revista Estilo Propio #49