Para AGNIESZKA BIALEK, una graduada de la Academia de Bellas Artes Jan Matejko de Cracovia, caminar por los bulevares que lindan con el río Vístula fue clave para sobrellevar el confinamiento durante el 2019. El home office, las videollamadas y el aislamiento son las premisas de la nueva vida indoor, por eso los recreos al aire libre y la conexión con la naturaleza se volvieron sagrados. En este contexto, la artista encontró en los parques públicos el nuevo escenario para el co-working: por un lado, como una oportunidad para generar nuevos espacios de intercambio social seguro y, por otro, para descomprimir al hogar de los múltiples usos que tuvo que asumir durante el último año.
Una nueva postal frente al río
Nacida y criada en Cracovia, AGNIESZKA vivió toda su vida cerca del río Vístula, que atraviesa la antigua ciudad. Dirige el estudio de diseño y arquitectura Monolight Studio, desde donde pensó un proyecto para descentralizar la vida laboral de los hogares en un espacio alternativo y al aire libre. Las estructuras que diseñó no solo renuevan el paisaje que ya tanto conoce, sino que tienen en cuenta el distanciamiento social y la necesidad de espacios semi-abiertos.
Los planos muestran un contraste llamativo: estructuras que remiten a flores de loto, impresas en 3D, flotan sobre la superficie del agua, frente al Castillo Wawel, ícono de la ciudad, hoy uno de los museos más importantes del país. Los enclaves son espacios pensados tanto para reuniones online, como para relajarse y abstraerse de la nueva realidad. Los interiores cuentan con mobiliario integrado, que colabora con la concentración en un contexto amigable y seguro.
El espacio de co-working fue pensado para ser utilizado de día o de noche, sin límites de horario: los módulos se alquilarían por hora y el acceso se hará a través de kayaks.
Oficinas ready to print
La inspiración para el formato de los enclaves vino directamente del río: fueron las burbujas propias del agua, que se unen y flotan de un lado a otro, ensambladas de manera perfecta. Otro concepto que nutrió la idea fue la flor de loto y su sistema de enclave en el fondo del agua. Los módulos fueron modelados en 3D y podrían ser impresos a futuro, utilizando materiales reciclables y resistentes al agua.
La pandemia cambió para siempre nuestra relación con el trabajo, el espacio y la arquitectura. El proyecto de AGNIESZKA BIALEK responde a una demanda motivada por la nueva normalidad: nuevos espacios de trabajo, relacionamiento y creatividad. Donde haya una necesidad, habrá diseño.
Agnieszka Bialek encontró en el los parques públicos una oportunidad para el co-working del futuro: permite sacar el trabajo de casa en un espacio estimulador y poco convencional.
CRÉDITOS:
Imágenes cortesía de Agnieszka Bialek
www.monolightstudio.com