22 de agosto de 2019
Inaugurado en 1967, el pabellón fue diseñado por LE CORBUSIER para ser utilizado para exhibiciones y así transmitir su visión acerca de la síntesis artística, idea que surgió a mediados de los años 50. La construcción fue posible gracias a la diseñadora de interiores y mecenas HEIDE WEBER, quien comenzó la obra en 1964, pero fue interrumpida por la muerte del arquitecto un año más tarde.
El edificio cuenta con cuatro pisos y cerca de 600 m2, y es el único de Le Corbusier hecho en acero y cristal. La construcción en forma de barco está inspirada en el sistema de proporciones del Modulor y ensaya distintos principios del diseño arquitectónico: la prefabricación, la utilización de elementos como rampas de acceso y un pequeño jardín en el techo, además del “promenade architecturale” (paseo arquitectónico), una ruta concebida cuidadosamente alrededor del edificio para optimizar la vista y la experiencia del visitante.
“Mon univers está dedicada a la pasión de Le Corbusier por coleccionar cosas. Durante su vida fue en busca de una síntesis de las artes. Con este propósito, juntó objetos de arte, industriales, de diferentes folclores y de la naturaleza para luego ensamblarlos. Utilizó varios elementos como referencias y fuentes de inspiración para sus prácticas artísticas, incluyendo conchas de mar, cerámicos de los Balcanes, restos de naufragios y cristal industrial”, explica el equipo a cargo de la muestra.
La misma reúne los originales de la colección del arquitecto, con imágenes históricas, pinturas y hallazgos naturales, además de videos cortos sobre él, fotografías y objetos que, según los curadores, le hubiesen gustado. En la librería, ubicada en el piso más alto del edificio, se encuentra una exhibición permanente de 17 fotografías tomadas por RENÉ BURRI (1933-2016), en cronista visual de Le Corbusier y su obra entre los años 1955 y 1965.