ALMA Hair Spa Salon
Alma se abre entera y desde el primer momento hacia sus visitantes, y despliega, a través de su repertorio de formas y acabados, un amplio abanico de sensaciones visuales, auditivas y táctiles para acariciar lo que está sobre, dentro y bajo la cabeza.
Aura, espíritu, carácter o personalidad. Este proyecto de Egue y Seta es un sitio para mimar todo lo que es único e intangible en ti, mientras pones (tu cabello y) tu cabeza en las manos más amables y expertas.
“Alma” ha querido llamar su creador a este nuevo concepto de peluquería Premium, en la que la (buena) apariencia es solo el resultado del cuidado, el bienestar, la relajación, el confort y la salud. Para alojar esta alma y con los mismos valores, hemos diseñado este espacio sugerente, etéreo y sensual que acaba por convertirse en un tratamiento de wellness por sí mismo. Una atmósfera de tenues luces, texturas amables y curvas sinuosas que acaba contribuyendo a la experiencia global de belleza y reflejando la pureza de tu alma. ¿Te apetece cuidarte por dentro y por fuera? ¡No pospongas más tu visita a este salón! Mientras tanto, recórrelo con nosotros.
Las almas puras acaban subiendo al cielo (o eso dicen), pero nosotros preferimos atenderlas mucho antes de que todo eso ocurra. Quizás por eso, apenas entramos en este nuevo concepto de Spa capilar, la vista se nos vaya hacia arriba, para admirar una media bóveda traslúcida y retroiluminada que se completa tras su propio reflejo. Bajo ella, una sala diagnóstica, de espera y recepción que funciona, a la vez, como escaparate profundo y habitado, sobre un pavimento cerámico efecto madera, entre arcadas revestidas en espejo y pespunteado por un conjunto de muebles hechos a medida y de contornos redondeados que combinan la textura suave del estriado lacado, el roble natural y los acentos dorados.
Con esta “portada”, Alma se abre entera y desde el primer momento hacia sus visitantes, y despliega, a través de su repertorio de formas y acabados, un amplio abanico de sensaciones visuales, auditivas y táctiles para acariciar lo que está sobre, dentro y bajo la cabeza. Alma es reflejo y luz, pero también, recogimiento y penumbra. Alma es pulcritud y calidez; curvatura y ángulo; y es también, cóncavo y convexo. En Alma caben todas las almas.
Atravesando los generosos arcos, remarcados en negro, entramos a la sala de tocadores, en donde las poltronas técnicas, revestidas en piel cognac, se enfrentan a una batería de espejos redondos retroiluminados que se ofrecen como ventanas en donde mirar el paisaje de sí mismo en pleno proceso de perfeccionamiento. Para coronar la perspectiva y romper la aliteración circular, se disponen tocadores y estantes mínimos, lineales e iluminados que bañan de luz las paredes circundantes mientras los maceteros metálicos descuelgan su verdor, aquí y allá, de tanto en tanto. A través, de los espejos laterales y enfrentados en los extremos, este conjunto se repite y se proyecta hasta el infinito.
Si lo que buscamos, por el contrario, es un cambio de “tónica”, toca pasar al “color bar”. Aquí en clave “show cooking” u “open lab” sucede la alquimia cromática que acaba por Iluminarnos la melena, la mirada (y en el mejor de los casos, la mente). El laboratorio abierto se despliega sobre un trozo de mármol calacatta apenas veteado, que hace de bisagra entre un mueble bajo de frontales de roble y un casillero negro, reticular que almacena y exhibe los tintes. En la pared opuesta un frondoso jardín, de ilusoria profundidad, enmarca una pared flotante sobre la que se recorta el símbolo corporativo bajo un haz de luz, focalizado, cálido, potente y a la vez tenue. Por su parte, y recorriendo el centro de la estancia, entre una pared de ladrillo expuesto recuperado y otro de efecto hormigón, encontramos estaciones para el tratamiento de color que evitan reflejar momentos intermedios del tratamiento o una versión inacabada de nuestro look. Aquí, probablemente, las revistas del corazón sean sustituidas por una copa de mimosa o una tacita de té, y en el caso de los más ocupados, por un bocado entre emails o reuniones de trabajo.
Pero no nos agobiemos tan pronto, pues para desconectar, enteramente, para relajarnos a un nivel levitación, está el Hair Spa. Al fondo del local, y gozando de toda su altura original (4.70cm) encontramos una “capilla” para venerar a los dioses del agua, el champú y el cabello. Aquí, las paredes en ladrillo visto se alzan hasta tocar el techo de bovedilla catalana original, restaurada. Pero antes, descargan parte de su peso visual sobre una hilera de falsos arbotantes que los unen de nuevo al suelo y sobre los que se ha instalado un sistema colorista de iluminación indirecta que no hace sino subrayar alturas, ecos y todo lo que flota y no se puede ver. Bajo ellos, un jardín lineal propone una cascada de verdor sobre los lavacabezas iluminados cual piezas de colección, mientras recostados nos dejamos “reiniciar” las sienes por los dedos más expertos en un masaje capilar que exorciza de forma inmediata el stress de nuestros cuerpos con sus movimientos circulares benditos.
ALMA Hair Spa Salon
Y mientras hablamos de temas sagrados… Los Trendsetters y los Influencers nos cuentan que los nimbos resplandecientes están definitivamente pasados de moda. La nueva “divinidad” va más de llevar melenas brillantes y eternas…. Si quieres la tuya, pásate por Alma Hair Spa y conócenos por dentro.
Proyecto: ALMA Hair Spa Salon
Autor: Egue y Seta
Han participado en el proyecto: Daniel Pérez, Felipe Araujo, Emma Charles, Diana García, Sarah Salas, Maria Escobar, Ximena Aguirre y Veronica Galli.
Promotor: Privado
Ubicación: C/ Balmes 255 (Barcelona)
Realización: 2020
Superficie de actuación: 93m2
Fotografía: VICUGO FOTO www.vicugo.com
Sobre el autor
Egue y Seta
Sobre el proyecto
- Año 2020
- Superficie 93m2