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CASA DE BOURO

La génesis de la propuesta configura un volumen simple caracterizado por un paralelepípedo rectangular que se deforma para abrazar el terreno orientado al sur y que compone el patio.

El programa se organiza en dos plantas, donde la planta inferior, en planta sótano, absorbe los espacios destinados a garaje y zonas técnicas y la planta superior destinada a espacios sociales y privados. El hall de entrada, las cuatro suites, una de ellas con vestidor, la cocina y el salón se comunican directamente entre sí. En el espacio social también hay un baño de servicio y una despensa de apoyo a la cocina.

La entrada a la casa se ubica en el centro del volumen y el acceso a la misma se caracteriza por un enigmático camino exterior, que resalta la existencia del talud natural, hacia el norte, promoviendo la privacidad y resaltando la naturaleza del sitio. El hecho de que el acceso se apoye en la pendiente existente transmite una sensación deliberada de canalización visual hacia la entrada y al mismo tiempo crea una sensación de curiosidad sobre lo que se vislumbrará después de entrar a la casa. Una vez en el interior, existe una relación directa con el patio, al sur, así como con el hórreo, propio del solar. A partir de ahí se desarrolla todo el programa, es el punto de llegada de las escaleras de acceso desde la planta inferior y también el acceso directo al espacio privado (este/sur) y al espacio social (sur/oeste).

Al ser una casa inserta en la naturaleza, se entendió que sería importante absorber un carácter resistente y austero que caracteriza la construcción en hormigón visto, realizado en encofrado de madera clavada en su método tradicional. Por el contrario, se aplicaron elementos de metal dorado para transmitir una sensación de voluptuosidad y refinamiento.

Para mantener el perfil del terreno con una estructura orgánica natural e irregular, se entendió que la piscina debía ser parte de la volumetría de la construcción, por lo que se rotó la losa del 1er piso en dirección sur/oeste para favorecer una relación natural entre el salón y el espacio que conforma este espacio exterior.

El volumen de la piscina promueve una tensión visual caracterizada por su suspensión y atrae al “lugar” una nueva identidad auditiva caracterizada por el relajante sonido de la cascada.

Estudio de Arquitectura. Oficina de Arquitectura: MUTANT ARQUITECTURA & DESIGN
Arquitecto responsable. Arquitecto Principal: DANIEL CAPELA DUARTE
Sitio web: www.mutant.pt
Fotógrafo. Fotógrafo de arquitectura: Estudio Ivo Tavares