Hacia el país de las maravillas
Cada una de las piezas de CRISTIÁN MOHAMED contiene un mapa oculto: pequeños gestos y señas de identidad conducen a un universo en el que la forma, la textura y el color configuran un lenguaje propio
Nació en Catamarca (Recreo, 1980), estudió en Córdoba (es egresado de la Universidad Nacional de Arquitectura), vive en Buenos Aires. Siempre anda creando por acá, pero los viajes al exterior también forman parte de su rutina como diseñador: una de sus últimas visitas fue al Salón Internacional de Mueble de Milán para la presentación de su colección “Arlequín” para Roche Bobois. Las empresas de afuera buscan piezas exclusivas con su sello y firma, pero la proyección no lo encandila…nunca olvida sus raíces: también diseña para marcas nacionales como Vacavaliente, Voilà, El Espartano, Masisa e iMdi, entre otras. Entre tantos destinos y ciudades, hay un lugar en el que CRISTIÁN MOHAMED puede ser descubierto de manera íntima: el del diseño que, aún con nombre propio, no conoce fronteras.
Cristián a través del espejo
Que el espejo devuelve una imagen incompleta y superficial es una obviedad, pero para darle el crédito de multiplicarla“provocando una situación casi mágica”, según su creador, es imprescindible pensar en un nuevo formato. El “Espejo Arlequín”, diseñado para la firma francesa Roche Bobois, es una de las últimas piezas de CRISTIÁN MOHAMED: son cinco espejos en forma de diamante en colores bronce, plata y dorado, contenidos por una cinta metálica negra. La ubicación de los espejos genera una escala asimétrica, devolviendo un reflejo móvil.
Para El Espartano diseñó la colección “Malla”, integrada por alfombras tejidas a mano cuyos patrones geométricos se transforman en la intersección de cada una de sus líneas, simulando nuevos enlaces y tramas gráficas: “Esta deformación aleatoria aparente, sumando el recurso del color y las posibilidades de texturas en el tejido (altura del pelo y tipo de terminaciones) dan una mayor sensación de relieve en cada una de las alfombra”. Sobre la alfombra, de frente al espejo, la “Silla Once” diseñada en colaboración con GONZALO DÍAZ MALBRÁN se muestra sin inhibiciones: su asiento y respaldo tapizados en foam quedan suspendidos sobre las uniones sutiles de la madera.
La silla twist# 2, diseñada en colaboración con el Arquitecto RICARDO BLANCO, forma parte de la colección permanente del museo“Les Arts Décoratifs” de París
Lo que Mohamed encontró allí
Las lámparas abundan entre las piezas de MOHAMED: además de experimentar los modos de dar luz a través de la morfología de los artefactos, expresa desde el diseño cierta sensibilidad material y conceptual. Lalámparacolgante “Andes”, hecha para la empresa argentina Inconcrete, pone en escena la maleabilidad del concreto ultraliviano, creando un objeto sólido, lleno de presencia. La lámpara de pie “Wander”, producida por Roche Bobois, está inspirada en las luminarias para escenografías y hecha con metales repujados y pantalla de aluminio terminada con laca engomada. La altura y dirección son regulables. “Cerro”, diseñada para Voilà BA, es un homenaje a la producción artesanal aplicada a la cestería: su exterior es una campana tejida en simbol (fibra vegetal silvestre que crece en el provincia de Catamarca), el interior fue revestido de aluminio repujado. La Lámpara “Bonaparte”, una reversión del sombrero de dos picos, fue diseñada para FOG Concept: es de tyvek blanco con ribetes negros y base de aluminio.
Para quienes hagan una lectura no lineal de sus piezas, se despliega un universo lúdico: lámparas-sombreros, alfombras que podrían alojar una rayuela contemporánea, sillas que cuando uno se descuida caminan solas y espejos que muestran los mundos que existen del otro lado del cristal. Para poner en marcha estos mecanismos fantásticos solo hace falta seguir la misma receta que CRISTIÁN MOHAMED aplica para diseñar: pasión, imaginación y complicidad.
Fue elegido como “Rising Talent” para representa a la Argentina en la edición inauguración de “Maison & Objet Americas”