NUBOSELVA: LA UTOPÍA DE UN JARDÍN BOTÁNICO EXPERIMENTAL
Un proyecto final de alumnas de la Facultad Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) que asume el desafío de repensar un espacio de valor histórico en Tucumán planificado como Ciudad Universitaria. La propuesta combina una arquitectura de intenso diálogo con la naturaleza con las posibilidades de brindar a la Universidad Nacional de Tucumán un espacio de residencia e investigación científica.
Solana Orio y Carla Nagle Fabio, hoy dos jóvenes arquitectas, eligieron para su proyecto final el desafío que implica proyectar nuevos espacios arquitectónicos partiendo de la conservación del patrimonio histórico. Con el imperativo de “lo tangible como estímulo de nuevas utopías” para dar sentido a un espacio “vacío”, en este caso la construcción inconclusa de Ciudad Universitaria, crearon NUBOSELVA, el proyecto de un jardín botánico experimental en el Parque Sierra de San Javier.
PATRIMONIO HISTÓRICO EN LO ALTO DEL CERRO SAN JAVIER
La ciudad universitaria de San Javier fué proyectada en el año 1947 por el vanguardista instituto de Arquitectura y Urbanismo de la época, e impulsada por el rector Horacio Descole, con el objetivo de transformarse en un sistema residencial y educacional. Ubicado a 1200 m.s.n.m, en una de las áreas protegidas más estratégicas de las Yungas, el Parque Sierra de San Javier , de 14.174 ha., es constituye un bloque en estado de abandono, con 160 m de largo y 24 m de altura que se perfilaba como tercera parte de la residencia de varones dentro del proyecto mayor de la ciudad. La ciudad Universitaria paralizó sus obras en 1951, quedando inconcluso el bloque a pesar de sus tres intentos de reanudación.
DIFUNDIENDO LA IDENTIDAD CULTURAL DE LA REGIÓN
El Jardín Botánico Experimental NUBOSELVA de media montaña, con más de 15 ha. contribuye a la preservación del área e intenta difundir los valores culturales y naturales de la región y el fortalecimiento de la identidad cultural. Proyecto nutrido de la restauración, entrecruzamiento e intervención de la geografía rural, arquitectura, meteorología, biología y ciencias en general. Permite decodificar y evocar información del pasado por medio de la preservación de la mega estructura de la Ciudad Universitaria que antropiza el paisaje.
Implica una continuidad entre lo inventado y lo natural como manifiesto en contra de lo único lo inequívoco, formalista, cerrado, estable y objetivo.Interviene así ,lo incierto,lo inestable, lo determinista; es abierto y fluctuante.La vegetación muta y con ella el Jardín Botánico.La escencia del proyecto no pretende ser una imagen de lo que fué, sino un reflejo de su propio presente.
UN ESPACIO PARA SER RECORRIDO
Un edificio como un espacio para ser recorrido, esta fue la principal premisa del proyecto arquitectónico del Jardín Botánico. Es un edificio de subsuelo con estacionamiento, planta baja, seis pisos y terraza accesible con amenities. Contiene espacios más populares (volumen mayor), como ser biblioteca, auditorio, museo, áreas de exposición, talleres, aulas y dormitorios para investigadores. Y una serie de espacios más privados (volumen menor), como ser invernadero de estudio, edafología, fitopatología – microprogramación, microbiología y laboratorios correspondientes a cada área. La estructura original es de hormigón armado elaborado in situ, dejándose el mismo a la vista, lo que remite a los edificios brutalistas del movimiento moderno.
El ingreso se realiza a través de un hall central de triple altura, que se localiza en nivel subsuelo, ya que sigue las cotas del terreno; o bien se puede acceder por planta baja la cual es permeable en todo su perímetro
Un juego de rampas de chapa perforada y pasarelas de hormigón y vidrio conforman los medios de circulación horizontal, mientras que un sistema de escaleras de hormigón y montacargas se encargan de conectar verticalmente los distintos niveles. El uso de la chapa perforada efecto oxido, crea la dualidad entre lo “viejo” y lo “nuevo”, y se materializa, además, en barandas y en el volumen prismático que enfatiza las pasarelas que conectan las dos áreas.
DIÁLOGO INTENSO CON LA NATURALEZA
La configuración de las plantas buscó, especialmente por medio de una circulación abierta, fluidez y continuidad espacial. La versatilidad de los espacios, permite que la planta sea rearmada según las necesidades de cada área, desplazando los cerramientos interiores livianos de madera, los cuales actúan como filtro entre el espacio cubierto y el semi-cubierto. Los ambientes se conforman por un sistema que combina cerramientos de madera ciegos, entreabiertos y transparentes, abriendo nuevas posibilidades de relación con el entorno.
Las terrazas generan una fuerte integración entre el interior y el jardín exterior, mantienen así la sensación de exterioridad, creando una íntima relación con la vegetación. Esto se enfatiza con entrantes y salientes que conforman cada losa.
Los parasoles verticales de hormigón, de la fachada sur, fueron conservados tal como su diseño original propone; y se refuerza por detrás de ellos con un filtro constituido por una malla metálica y plantas nativas que se entrelazan. Esto permite el paso del viento regulado y optimiza el confort térmico de los ambientes dependiendo del uso y de la incidencia solar.
Imágenes cortesía de Arq. Solana Orio y Arq. Carla Nagle Fabio
Video cortesía de Arq. Solana Orio y Arq. Carla Nagle Fabio
Sobre el autor
Facultad de Arquitectura – UNT
Sobre el proyecto
- Año 2016
- Superficie 15 ha