Un amor de verano
Ubicada en el barrio La Barceloneta, en Barcelona, la Urban Beach Home, ofrece un retiro de inspiración playera en 48 m2 con vista al mar.
02 de octubre de 2017.
“Una playa pegada a un museo a cielo abierto, a unos fogones siempre listos para el tapeo y a una ciudad real con costumbres e historia. Pero siempre, y sobre todo en verano, una playa”. Así introducen Egue y Seta a Barcelona, ese puerto de bienvenida a Europa que fusiona tradición histórica y patrimonio arquitectónico con tendencias de diseño y vida moderna. El estudio fue convocado para diseñar el departamento de JACQUES y HANNES, pareja que durante dos meses al año celebra el verano a solas o con dos invitados.
Fuera, ¡abajo!
El proyecto trabajó sobre el programa de distribución original, tirando muros de habitaciones, cocina, baño y pasillos para replantear la circulación y funcionalidad de la vivienda. El resultado derivó en tres áreas independientes pero visualmente vinculadas. “En la primera ubicamos un comedor con vocación social enfrentado a dos grandes balconeras y flanqueado por un gran lineal de cocina en un lado y por el otro un acogedor salón. En el extremo opuesto a las ventanas y para acabar de dibujar el área social de la unidad, una pieza decorativa y de almacenamiento, que enmarcada en cristal con despiece de carpintería de hierro y coronada por vegetación, logra dotar de privacidad a la habitación en suite ubicada del otro lado, al tiempo que permite la ventilación y el paso de la luz natural. En el interior privado de esta habitación, la misma pieza de almacenamiento de profundidad doble, se convierte en armario ropero de puertas correderas lacadas en un blanco expansivo que refleja la luz que entra por las ventanas interiores”, cuentan desde el estudio.
Segunda piel.
La búsqueda del mood playero no fue básica ni literal: lejos de las gaviotas, las tramas rayadas y los salvavidas naranjas, la propuesta buscó expresar un cierto estado de emoción a través de los revestimientos. Así, el tono azul verdoso de las paredes guía el recorrido: “Remarca piezas de mobiliario decorativo y guía la mirada desde el exterior salón hasta el interior del cuarto de baño, pasando por la habitación”, completan desde Egue y Seta. Para los pisos se eligió suelo hidráulico, cerámicos y parquet de madera de roble, mientras que los techos exhiben las vigas y bovedilla catalana de bloque de arcilla tradicional.
Con el inconfundible sello de Egue y Seta, este departamento transforma al verano en la estación más esperada del año: no sólo por el descanso, el mar y el paseo al aire libre, sino especialmente por todo lo que promete puertas adentro. Su lenguaje, fresco y personal, logra una composición de estilos que arman sistema con los elementos justos.