Una estancia para celebrar
Como todo lugar destinado a la realización de eventos, el espacio debía seguir brindando aún la posibilidad de cambiar, adaptarse, mutar según las diferentes ambientaciones que se decidieran hacer en cada nueva fiesta.
12 de enero de 2017
La Angelina – Estancia Contemporánea
La Angelina se encuentra localizada en la ciudad de Unquillo, Córdoba, emplazada en un predio de 10 hectáreas con una arboleda de más de 3.000 variedades de especies autóctonas y una privilegiada vista a las sierras chicas de Córdoba.
Este imponente paisaje, apreciable en vistas de 180º gracias a la disposición de la construcción, está enmarcado por la Arquitectura del salón, con fuerte inspiración contemporánea.
Detalles de la intervención por Marcela Sliva
«Que me hayan convocado para esta remodelación fue para mí un gran desafío, una enorme responsabilidad y una inmensa alegría. Desafío porque es un lugar increíble, desde su entorno hasta sus espacios interiores, que merecía la mejor y más adecuada intervención de mi parte. […]
Responsabilidad porque al trabajar en la ambientación de eventos desde hace tantos años, sé apreciar y valorar los detalles que hacen de un lugar, el más adecuado para desarrollar los mejores eventos y poder además hacerlos con las comodidades y la estética más destacada, ¡es un gran privilegio! Por esa razón, desarrollar ideas de remodelación, acorde a tales exigencias que yo misma veo como imprescindibles, era una importante premisa. […]
Y una gran alegría, porque ¡nada mejor que trabajar en lo que a uno tanto le gusta! Brindando sugerencias y proponiendo realizar ciertas innovaciones que todo lugar a lo largo de los años necesita ir incorporando, para renovar etapas y con ellas continuar brindando nuevas posibilidades a los clientes, que son en definitiva los que más disfrutan de las maravillas que este lugar ofrece», asegura Marcela.
Resolver el interior del salón principal.
Como todo lugar destinado a la realización de eventos, el espacio debía seguir brindando -y mejorar- aún la posibilidad de cambiar, adaptarse, mutar según las diferentes ambientaciones que se decidieran hacer en cada nueva fiesta, por lo tanto la idea de Sliva fue sugerir una estructura madre que sirviera de sostén y base para las intervenciones que cada ambientador/a quisiera realizar. Instalaciones de velas, de flores, de portarretratos, de cuadros, de macetas, de adornos, etc.
Así nació y se planteó la GRAN ESTANTERÍA EN ALTURA, de considerables dimensiones, que se moduló con materiales muy nobles: hierro y madera, a lo largo de un importante sector del salón principal.
Su desarrollo transita incluso los diferentes fondos que el trayecto va brindando: un gran muro neutro de cemento alisado, un importante vidrio fijo que abre a través de las líneas de la estructura, una increíble conexión visual con el verde del entorno natural y hasta un muro de piedra y vidrio bañado en luz, del sector de la barra, en donde la estantería también continúa con dimensiones más acordes brindando allí, las mismas posibilidades de incorporarle la ambientación que se decida realizar.
Esta estructura de gran porte es un escenario abierto a las ideas que cada cliente quiera desarrollar, es una plataforma a los sueños y un impulsor al vuelo creativo de todo ambientador, en ella las más variadas escenas pueden hacerse dueñas del lugar y transformarlo de una manera tan mágica como real. Incluso si en algún caso se decidiera cubrir y ocultar, cuenta en su parte superior con una guía especialmente adaptada para entelar o tensar con el material y el color que se desee.
A continuación, LA BARRA acompaña con líneas muy puras el diseño de toda esta intervención, a fin de que pueda ser intervenida conjuntamente con todo el espacio sin competir con ningún estilo. Sobre la misma se alza una importante estructura de hierro conformando grandes volúmenes livianos, que guardan el mismo tratamiento estético de las líneas planteadas en la gran estantería, y que sirven como puntos de anclaje para la instalación de cualquier tipo de elementos que se necesiten ubicar o atar para la decoración, objetos, sogas, telas, verde, etc.
Siempre, en salones de estas dimensiones, la intervención de los espacios aéreos es fundamental, además que proporcionarle al lugar estas posibilidades de contar con estructuras de las cuales tomarse al momento de ambientar, era una necesidad clave.
Una decisión importante en todo este proceso fue la de separar la cabina de sonido, que originalmente compartía el mismo sector de la Barra, estando ubicada a continuación de la misma. Al convivir dos actividades tan diferentes en el mismo sector, se presentaban dificultades lógicas en el uso del espacio: uno con necesidades de mayor intimidad como la tarea del sonidista y otro dirigido y abierto totalmente al público como es la atención desde la Barra.
Por esa razón se decidió independizar ambas actividades generando un espacio aparte donde se implantó la cabina de sonido, en el lado opuesto del salón, frente a la Barra. Su diseño mantiene las líneas estéticas puras, que plantearon para toda la intervención.
Otro punto a destacar es la iluminación, un ítem central en las intervenciones de Marcela, y clave para lograr despertar sensaciones en cualquier espacio, y éste no fue la excepción. Se trabajó y se invirtió mucho en este punto y los resultados están a la vista.
Todo el salón se iluminó de manera integral, pero en especial la GRAN ESTANTERIA tuvo un tratamiento particular en cada detalle, tal es así que al prender las luces que contiene en su estructura, la sensación visual es la de ver encendidas las velas que están ubicadas en sus estantes, aunque estas permanezcan apagadas. Es casi mágico.
En cuanto a los colores, incorporaron un importante cambio: pasaron del blanco al gris oscuro. La premisa fue además de trabajar con un color neutro para brindar una base homogénea para cualquier tipo de ambientación, otorgarle mayor calidez al lugar y crear un ambiente acogedor, que abraza y contiene.
Finalmente se diseñaron también las nuevas mesas para el catering. Manteniendo el estilo general buscado para el lugar, se desarrollaron con base de hierro, de líneas muy puras y filares y sobre la misma, madera con un baño de microcemento en toda la superficie, a fin de guardar una estética bien contemporánea. Esta terminación pulcra de la superficie permite además su uso sin mantel, una tendencia muy actual de las ambientaciones de hoy.
Si en algo se puede resumir el trabajo: “se trató de brindar las mejores ideas de diseño, materiales, iluminación, colores y formas para que la intervención en sí, no sea la protagonista, sino que acompañe e inspire los sueños… que cada evento nos invite a soñar.”
Ficha técnica:
Nombre del proyecto: Remodelación de La Angelina – Salón de Eventos
Conducción Técnica: Marcela Sliva – Juan Carlos Vanetti
Ubicación: Unquillo, Córdoba
Superficie de terreno: 10 hectáreas
Decoración de Interiores: Marcela Sliva
Colaboración especial de: Arq. Inés Pueyrredón y Arq. Fermín Alarcia
Diseño de lámparas de yute: Marcela Sliva – Prod.: Agostina Finocchietti y Mariana Barrionuevo.
Año: 2016
Fuente: Marcela Sliva
Imágenes cortesía de: Gonzalo Viramonte – www.flickr.com/photos/gonzaloviramonte
Sobre el proyecto
- Año 2016
- Superficie 10 hectáreas