El Arq. Fernando Pintos estuvo a cargo de la intervención de su propio espacio. Su diseño se inspiró en aquella línea que divide el afuera y el adentro, es decir, esa línea donde literalmente se “rompe el embalaje “. Su labor abarcó no solo la gran mesa de comedor (que traspasa el vidrio) y sus sillas sino también las luminarias, los cuadros, los objetos, etc. La espacialidad se reforzó con líneas de cuerdas o alfombras dibujadas que ocuparon el interior y el exterior.