29 de Enero de 2018.
El briefing de la competencia del RIBA Gasholder Bases National Competition consistía en presentar ideas inspiradoras e innovadoras para el uso futuro de las bases de gasolineras: los vacíos subterráneos que quedaron una vez que se demolió un viejo gasómetro.
El estudio de arquitectura Outpost vio la oportunidad de desarrollar un esquema que abordaba el problema nacional de una escasez bien publicitada de viviendas asequibles, así como el poco publicitado, pero de igual nota, la falta de disponibilidad de talleres flexibles asequibles, estudios y espacios de trabajo en los pueblos y ciudades.
Al nivel de la calle los arquitectos desarrollaron una escena doméstica familiar a escala humana, inusual en su condición en la curva, y cuando se experimenta contra múltiples bases adyacentes de gasolineras. Esto es seguido por una experiencia radicalmente diferente en el interior del gasómetro, más evocadora de un paisaje industrial de altos y estrechos edificios de astilleros, dispuestos alrededor de un gran patio comunal hundido, con un punto focal de plantación y árboles en el centro. El estudio considera que la disposición circular densa de los módulos de uso mixto tiene el potencial de generar una comunidad fuerte y vibrante.
Se propone que cada celda se ofrezca como un armazón desnudo y de planta abierta con la intención de que cada ocupante, del lugar de trabajo o del hogar, tenga la libertad de determinar su propio ajuste personalizado. Esto también puede hacer que sea más asequible, entregado en el mercado a un precio accesible para compradores e inquilinos con ingresos nacionales promedio.