Allí, el equipo de diseñadores y arquitectos que conforman el estudio local BETTER PLACE, creó un oasis de 339m2 para una familia de cinco personas, customizando sus espacios privados en función de la personalidad de cada una de ellas, pero manteniendo una coherencia con la estética minimalista de los espacios compartidos.
La identidad del proyecto estuvo guiada por la preferencia familiar por una estética de inspiración americana, con la utilización de elementos rústicos para brindar calidez y organicidad a la vivienda. Paredes claras en tonos blanco y beige iluminan el espacio y convierten al mobiliario y las piezas de decoración, en la paleta cromática de los marrones, en los verdaderos protagonistas del espacio. En el primer piso se encuentran los espacios comunes, un gimnasio y la habitación del hijo mayor, mientras que el segundo piso consta solo de espacios privados. Cada habitación contempló personalidad y gustos: espacios privados hechos a medida y con consciencia. BETTER PLACE demuestra que el minimalismo tiene mucho para decir, y que es posible destacar rasgos únicos y gustos diferentes bajo una misma lógica que defina a la casa.
Imágenes cortesía de B-Place